Resulta difícil averiguar el origen
del nacimiento de esta hermandad, pero a pesar de ello, gracias a la
colaboración de sus actuales hermanos mayores, Rafael Meléndez
Durán y Antonio Cepero Chicón, intentaremos plasmar sus recuerdos
con añoranza.
Aunque
no es fácil resaltar a nadie por encima de otros, son ellos las
personas más representativas, las que siempre han luchado para
continuar con esta tradición, aunque se quedan muchas personas en la
sombra que sin su apoyo no podría haberse prolongado durante tantos
años la historia de esta hermandad “La
Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de El Burgo”
Parece ser, que la imagen de Nuestro
Padre Jesús Nazareno es obra del escultor aloreño, aunque afincado
en Granada, José Navas-Parejo. En Málaga realizó las imágenes de
nuestro Padre Jesús de la Misericordia y Nuestro Padre Jesús “El
Rico”, mientras que en la provincia hizo las de Álora, Alhaurín
el Grande, Almogía, Teba o Benamargosa.
Antes de nuestra actual imagen de
Padre Jesús, existía otra que quizás las personas más mayores
puedan recordar; lo que si sabe es que desapareció en la guerra y
que sólo fue conservado el traje bordado en oro, que años más
tarde formaría parte del que actualmente lleva Nuestro Padre Jesús.
Según recuerdan otras personas del
pueblo, la imagen de Nuestro Padre Jesús llegó a El Burgo a bordo
de un camión y fue cambiado por patatas, muy común en aquella
época.
Antes
eran las clases sociales más altas las que llevaban las cofradías,
recuerdan a Don Bartolo, persona adinerada que colaboró
económicamente en la construcción de la Iglesia de San Agustín y
que por aquel entonces era el encargado de la cofradía.
La imagen de Padre Jesús siempre ha
hecho su estación de penitencia por las calles de El Burgo todos los
Jueves Santo y los Viernes Santo por la mañana en su subida al
Calvario.
En
la procesión al Calvario, ya por la década de los años 70, los
actuales hermanos observaron que a esa procesión pese a la belleza
del paisaje, a sus estaciones señalas con una cruz de hierro, le
faltaba muchas cosas, apenas llevaba flores, el trono estaba casi
destruido y faltaba la seriedad que debe acompañar toda procesión;
así que decidieron hablar con Don Bartolo y organizar una Hermandad.
Por
ello, una tarde se reunieron en la Peña “Sebastian el panadero,
Antonio Gil y Rafael Meléndez” y decidieron aportar 5000 pesetas
cada uno para la constitución de la hermandad, así como el
establecimiento de una cuota anual de 1000 pesetas para todo aquel o
aquella que quisiera formar parte de la misma.
Desde ese momento comenzaron a
adjuntarse los primeros hermanos, que pagaban la cuota directamente
en la antigua Caja Rural de El Burgo, donde la Hermandad tenía su
cuenta.
Con esos primeros ahorros, se
encargó un pequeño trono de madera al carpintero José Antonio
Ríos, que tuvo un coste de 50.000 pesetas.
Antes
de salir los portadores solían poner un pañuelo en los varales para
que nadie les quitara el sitio y era José Antonio “el pelada” el
hermano cofrade encargado de dirigir a los hombres de trono mediante
la campana.
Fue a partir de los años 80 cuando
se tomo más en serio la hermandad y eran muchas las reuniones que se
convocaban a través de citaciones que se hacían llegar al domicilio
de los hermanos, siendo Francisco García Gómez “Paco el chiqui”
el tesorero y el encargado de la compra de las flores, normalmente
claveles rojos y blancos en un invernadero.
Según
el acta que hemos recuperado se reunieron el día 10-10-1987 en el
salón parroquial, donde se llegaron a los siguientes acuerdos:
Por
mayoría de los presentes se acordó abrir un plazo de admisión de
nuevos hermanos hasta el 31 de diciembre de 1987, no admitiéndose
más hermanos hasta pasada la Semana Santa de 1988, estableciendo
una cuota de inscripción de 2000 pesetas, y a partir de enero la
cuota anual de 1000 pesetas.
Otro
de los puntos aceptados, fue la preparación de unos estatutos para
después de la Semana Santa del 88, que se discutirían en Asamblea
General y una vez elegidos a una nueva directiva serían
presentados en el obispado para la legalización de la hermandad.
Punto que aún no se ha conseguido al carecer de factura de compra
de la imagen de Padre Jesús, pero que no se descarta.
La
directiva también acordó una reunión para tratar los temas de la
contratación de banda de música, flores, los cupones nuevos para
cobro de cuotas, batería (usada antes para dar luz al trono) y
arreglo de un varal que estaba rajado.
Para conseguir todo lo dispuesto
anteriormente era necesario trabajar y a partir de ese momento se
empezó a organizar rifas de VHS, TV, mini cadenas, venta de loterías
e incluso un chiringuito en la noche de San Juan, que por aquel
entonces se celebraba en la Villa.
Gracias al esfuerzo de los
hermanos, junto con el cobro de cuotas y los donativos ofrecidos por
personas anónimas, se logró conseguir el dinero para la confección
del nuevo traje de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
A
parte de ello, las trabajadoras de la antigua fábrica de El Burgo
fueron las encargadas de confeccionar unos 80 trajes de nazarenos,
compuestos por capirote, túnica morada y bastón.
En abril de 1987, una vecina de El
Burgo “María Comitre” regaló a la Hermandad un Estandarte en
terciopelo morado, con óleo del cristo Nazareno y fleco en oro, un
porta- estandarte de metal niquelado que le costó 70.000 pesetas. En
ese mismo mes también se confeccionó un bastón de metal plateado y
dos bastones de metal y de madera para los hermanos mayores con un
precio de 31.000 pesetas.
En
la procesión de ese año celebrada en marzo de 1987, se contrató la
banda de música de la agrupación musical de de El Gastor (Cádiz),
que actuó de 19:00 a 21: 45 de la noche y que tuvo un coste de
100.000 pesetas.
En marzo de 1988 se pudo conseguir
el actual traje de Nuestro Padre Jesús Nazareno; una persona anónima
regaló el terciopelo y a éste se le añadió el bordado en oro del
antiguo traje recuperado tras la guerra.
Fue
el taller de “Hijo de Jose Rodriguez Sanz” en Málaga el
encargado de pasar el bordado de la antigua túnica a la de
terciopelo sin bordar, tal trabajo tuvo un coste de 500.000 pesetas.
En
ese año nuestro Padre Jesús seguía siendo el mismo, con esa
belleza que le caracteriza y esa mirada que cautiva pero iba vestido
de pies a cabeza llevando parte del patrimonio antiguo recuperado
tras los desastres de la guerra.
La
banda que lo acompañaba fue la de Benaoján de 18:00 a 21:45 de la
noche con un coste de 100.000 pesetas.
Desde ese momento no se ha dejado de
luchar, se hicieron nuevas cuotas encargadas de ser cobradas por
“Antonio” el zapatero que siempre ha estado ahí. En el año 92
se compró a la Joyería de José Mª Gonzalez de Antequera las tres
potencias de plata con un coste de 130.000 pesetas.
Lo
siguiente que se hizo fue la compra de las ánforas bañadas de plata
y una nueva campana.
Con el paso de los años se ha
intentado mejorar, ha habido años difíciles, años en los que
apenas había gente interesada en esta hermandad, pero a pesar de
ello, Rafael Meléndez Durán y Antonio Cepero Chicón, siempre han
estado al pié del cañon, intentando mejorar y no han faltado ningún
año a su cita con la Semana Santa, todo ello, para que todos y todas
podamos seguir disfrutando de ver a nuestro Padre Jesús pasear por
las calles de nuestro pueblo.
IRENE
MELÉNDEZ AGÜERA