Primeramente tuvo lugar la presentación del Cartel de este año obra de Diego Canca. El pintor explicó su obra, una imagen poco habitual en los carteles de Semana Santa y donde el protagonismo se lo llevaba la mano clavada de Jesucristo, una pintura de un realismo sobrecogedor.
Cartel de la Semana Santa de El Burgo 2017 de Diego Canca |
Josemi Sepúlveda presentando al pregonero |
La palabra es la
madre de todo
y con la palabra y el uso de ella fue ganándose al público en la Iglesia de la Villa congregado. Tras una sentida presentación del pregonero de 2016 Josemi Sepúlveda, Juan Francisco fue elevando el nivel con cada letra de su pregón.
A lo primero que cantó en forma de poesía fue a su pueblo, esa primera estrofa es toda una declaración de intenciones:
y con la palabra y el uso de ella fue ganándose al público en la Iglesia de la Villa congregado. Tras una sentida presentación del pregonero de 2016 Josemi Sepúlveda, Juan Francisco fue elevando el nivel con cada letra de su pregón.
A lo primero que cantó en forma de poesía fue a su pueblo, esa primera estrofa es toda una declaración de intenciones:
“Es El Burgo perla
blanca
joya en la serranía
con la primavera te
levantas
como un sol de mediodía”
Y poco a poco fue
describiendo los momentos de la Pasión que durante una semana vivimos los
creyentes en El Burgo. Del Viernes de Dolores destacó los inicios del Traslado,
el peso que la mujer ha ido adquiriendo en esa jornada:
“Mujeres que sobre sus
hombros
sostienen sus
esperanzas
los hombres sus horquilleros,
pero mujer, la que
manda”
Antes de continuar
con el Domingo de Ramos, Ríos Cabrillana nos dejó una lección para las
cofradías, apenas unas líneas pero que son suficientes para resumir lo que nos
tiene que mover como hermandad y que no es otro que el compañerismo, la
fraternidad, el compromiso y la responsabilidad con lo que somos depositarios.
La magia se hizo
presente con la conjunción entre el pregonero y la Banda de Música de Alcalá
del Valle magistralmente dirigida por D. Antonio Mateos Vera. Tuvimos una
procesión de ramas de olivo en la misma iglesia, el pregonero improvisó un
cortejo en el que participaron miembros de hermandades, jóvenes y mayores.
“Montañas
de ramas verdes
desmadejadas y frescas
descansan de cuerpo
presente
en el atrio de la
Iglesia”
Uno de los puntos
álgidos del pregón fue cuando describía los inicios del Jueves Santo Burgueño
con la bajada de Nuestro Padre Jesús por la Calzá. En muchas caras de los
asistentes se asomaban lágrimas de emoción, de fondo sonaba la Banda de Alcalá
del Valle con “Hosanna in Excelsis” y el pregonero nos regalaba el siguiente
poema:
“Se abre el dintel de
la puerta
de la iglesia de la
Encarnación
y asoma la cruz de guía
que abre el cortejo de
pasión.
La plata de la cruz
que precede tus pasos
resplandece con su luz
la tarde del Jueves
Santo.
Abriendo va el camino
que a tu pueblo te
lleva
para que saliendo de la
Villa
y bajando por la calzá
llegues pisando firme
al llegar a la Calle
Real.
Te muestras sencillo,
solemne
humilde y humano.
¿os habéis fijado
en la dulzura de sus
manos?
¿o en la paz de su
mirada
cuando sus ojos
buscamos?
de sus gubias concebía
a un cristo tan sereno
mientas al calvario
subía
en su esfuerzo supremo.
A tus pies bajan la
sierra
por la que paseas
caminando
entre lirios, romero y
jaras
de tu paisaje serrano.
Y al llegar a la plaza
de Arriba
con San Agustín como
testigo
el ruido de la fuente
es la música de un
himno
que da fe de ese
momento
tan efusivo como
íntimo.
Guantes blancos, como
palomas
hasta el cielo os
levantan
¡Al cielo lo que es del
cielo!
Hasta el cielo, que os
reclaman
para seguir bendiciendo
desde el cielo a
nuestras almas.”
El pregón no había
terminado, aun quedaban muchos momentos para disfrutar. Llegaba la mañana del
Viernes Santo al texto de Cabrillana y la última estrofa de su poesía a esa
mañana que todos esperamos decía:
“Cuando estés en el calvario
en lo alto de la Peña
baja al suelo capataz
a que le cante Agustín Pereña”
Y así fue, acompañado a la guitarra de su sobrino Fran Pereña, Agustín con su quejío frlamenco nos llevó a lo alto del Calvario y si cerrábamos los ojos, podíamos oler los pinos y romero de aquel sagrado lugar.
Antonio Narváez |
Ismael García |
El trío de saeteros lo completó el joven Ismael García, sangre nueva que garantiza la continuidad de la oración cantada que solo en Andalucía se sabe hacer.
Las palabras
precisas para cada momento, del Santo Entierro decía:
“De hombre es sólo tu
cuerpo
lleno de sangre, sudor
y polvo
detrás de ti el cortejo
de dolor y de dolores
acompañan el entierro.”
Llegamos a la
procesión de la Soledad, todos estábamos esperando el momento en que nuestro
pregonero se arrancaría a cantar su saeta, no podría entenderse que quien
empezó a señalarse en Semana Santa como un saetero prodigioso no la cantara en
este día donde él era el protagonista. Y bien que la cantó, una saeta con la
letra de todos conocidos.
“La luna de madrugada
ilumina tu belleza
y los cirios encendíos
de las mujeres como promesa
van guiando el camino
hasta que en la Villa te encierran.
Doce luceros de plata
resplandecientes y claros
pa engrandecer tu figura
la madrugá del Viernes Santo.
Luna llena por corona
y el cielo tu mejor palio
y a tus pies la media luna
que desde el cielo te bajaron
¿Qué tienes tú soledad,
para que te siga buscando?”
Va terminando
pregonero y la alegría se empieza a hacer patente, la luz del sol inundó la
iglesia cuando se hablaba del Domingo de Resurrección describiendo con pelos y
señales la procesión del Sagrado Corazón y la Milagrosa, esta vez se acompañaba
de la marcha “Mi Amargura” que pese al nombre, tiene un carácter triunfante tal
y como termina nuestra Semana Santa.
Empezó acordándose
de su pueblo y así terminaba Ríos Cabrillana, sintiéndose orgulloso de ser de
pueblo “No me canso de pensar en la suerte
que tengo de ser de pueblo”
Y una vez
terminado el pregón llegó el largo aplauso y un comentario cien veces repetido
¿qué haremos el año que viene?¿quién se atreverá a dar el pregón? Queda un año,
ahora hay que disfrutar de lo que viene, de la Semana Santa 2017, el año
próximo ya veremos.
Texto: José Góngora.
Texto: José Góngora.
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